DEFENSOR DEL PUEBLO: TSE DEBE HACER PREVALECER SUS COMPETENCIAS

La Paz, mayo 25 (UCOM/DPB).- A poco menos de tres meses del 17 de agosto, fecha prevista para las elecciones nacionales, el Defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, remarcó la necesidad de dar certidumbre a la población sobre su efectiva realización; por lo que, instó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) hacer prevalecer sus competencias ante este “contexto político electoral de altísima fragilidad”.

En contacto con medios de comunicación, el Defensor del Pueblo, señaló que “en el (actual) contexto político electoral hay una altísima fragilidad institucional, lo que está ocasionando que la justicia constitucional asuma un rol inusitado al margen de lo que racionalmente debería tener”.

Para Callisaya, el accionar de la justicia constitucional está “irrespetando la competencia del Tribunal Supremo Electoral, generando problemas de incertidumbre en la población acerca de si se va a llevar o no las elecciones generales”.

Esta incertidumbre se refleja en varios aspectos, como saber si las elecciones “serán competitivas, íntegras y transparentes”. También apuntó a la incertidumbre acerca de la realización del voto de los ciudadanos en el exterior “porque no hay los recursos correspondientes o no se asignó en su real magnitud y necesidad conforme lo solicitado por el TSE”.

Callisaya, también fue enérgico al apuntar a la incertidumbre que genera la indecisión “sobre el blindaje legal que tiene que haber sobre el respeto al principio de preclusión”. 

Ante este panorama, el Defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, instó al Tribunal Supremo Electoral hacer prevalecer sus competencias “para que el proceso electoral se desarrolle en el marco de lo legalmente establecido para llegar a la fecha fijada en el calendario electoral y desarrollar la elección en sí misma”.

Esta exhortación de la autoridad defensorial surge en respuesta a la delicada situación que atraviesa el país, por lo que exigió al Gobierno asumir acciones concretas e inmediatas para afrontar la crisis política, económica y social, llamando a todos los actores de la conflictividad a dejar de hacer “cálculos políticos”, que van en desmedro del bienestar del pueblo boliviano.